Cual raja de hábil cirujano.
Preciso, frío, calculado.
Cual tiro certero a portería.
Dos, uno, cero.
El tiempo que nos separa de una explosión.
En tres palabras o menos.
Porque lo bueno, si breve...
Por eso yo prefiero nombrar mis relatos con el mínimo número de palabras posibles.
Reducirlo todo a la mínima expresión.
Como aquellos momentos breves, carentes de sentido y finalidad, pero geniales y disfrutables en su totalidad.
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