domingo, 2 de julio de 2017

Paseo

Es un día de verano, por la mañana. Hace un tiempo frío y lluvioso, ideal para dar un paseo.
Recorro una larga calle recta, llena de tiendas, quioscos y personas que caminan disfrutando del día.

plic, plic

Me fijo en las distintas tiendas, cuyos carteles no logro distinguir con facilidad. ¿Bisuterías, fruterías, bares o supermercados? La verdad es que no me importa lo que sean, solo son adornos de este escenario. Puestos a mi alrededor para completar los huecos vacíos, mientras yo no dejo de preguntarme, ¿por qué?

plic, plic, plic

Durante mi travesía me cruzo con varias personas, algunas se encuentran solas, ojeando sus móviles y teniendo cuidado de no tropezar con alguna farola, otras acompañadas. Me fijo en ellas, con curiosidad. ¿Qué les ha llevado a cruzar esta calle de pacotilla? ¿Por qué razón han acabado juntas? ¿Son compatibles? Lo mismo hoy es su primera cita. 
Sin embargo, nadie se fija en mi. Y me resulta extraño. ¿Tan absortos están en su vida como para no fijarse? ¿O prefieren no inmiscuirse en mis problemas?

plic, plic, plic, plic, plic, plic, plic

De casualidad paso por casa de un amigo. Llamo a la puerta, pero excusando al perro no oigo respuesta alguna. ¿No habrá nadie en casa? ¿Estarán dormidos? Hay muchas razones por las cuales nadie ha salido a abrirme la puerta, pero por algún motivo solo puedo pensar en que quizás no le intereso a nadie. Que no merezco la pena.

plic

En lo que pareció ser una eternidad en apenas 20 años de existencia, llego por fin a la parada del autobús. Compro mi billete y me siento al lado de una ventana. Otra persona, de unos sesenta y tantos años, hace lo propio en el asiento de enfrente. Debido a la disposición de los mismos, acabamos el uno en frente del otro.

-¡Tienes los ojos rojísimos! ¿Tú también tienes alergia, eh? Joder, a ver si se acaba de una vez. - me comenta el señor.

No, no es por la alergia. Pero no tengo fuerzas para llevarle la contraria.

-Supongo. A ver si se acaba de una vez. - lo cual no anda desencaminado a lo que pienso. - Parece que ha dejado de llover, ¿eh?

-Pero, ¿qué dices? ¡Si hace un sol espléndido! He tenido que ir por la sombra para evitar quedarme seco. - me responde el señor.


Eso explica por qué sentía gotas de agua recorrer mi cara mientras el resto no llevaba paraguas.

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